El edadismo laboral, una forma de discriminación que afecta principalmente a las personas mayores de 50 años, es un desafío en aumento en los últimos años.
Debido a su creciente relevancia, hace unas semanas, charlamos en nuestro espacio Talent Chat con Beatriz Sanchez Guitián, directora general de la Fundación máshumano.
Esta entidad cuenta con 21 años de trayectoria, y, comprometida con la humanización de las empresas y la sociedad, identificó hace 6 años un área de deshumanización crítica: el edadismo. Su proyecto Generación Savia se erige como un baluarte contra esta forma de discriminación.
Beatriz señalaba en esta enriquecedora conversación, la Encuesta de Población Activa (EPA) del 27 de octubre, que reveló que, en España, de los 1.1 millones de desempleados de larga duración, el 42% supera los 50 años. Esta cifra es alarmante, considerando que uno de cada tres desempleados en el país pertenece a este grupo etario.
El síndrome del teléfono apagado
El síndrome del teléfono apagado es una metáfora poderosa que describe la experiencia de los trabajadores sénior que se sienten ignorados o relegados en el entorno laboral.
Esta situación, a menudo vivida por individuos mayores de 50 años, simboliza la falta de oportunidades, la disminución de las interacciones profesionales y la sensación de invisibilidad en su campo de trabajo.
Las implicaciones de este síndrome van más allá de la mera frustración profesional; conlleva un profundo impacto psicológico, desencadenando sentimientos de aislamiento, baja autoestima y, en casos más graves, depresión.
Esta realidad no solo es un reflejo del edadismo laboral, sino que también subraya la importancia de abordar de manera proactiva la inclusión y el reconocimiento de los trabajadores sénior. Combatir este síndrome requiere un enfoque multifacético que incluya políticas de recursos humanos más inclusivas, una cultura empresarial que valore la diversidad generacional y estrategias para mantener a los empleados sénior activamente comprometidos y visibles en sus roles profesionales.
3NIA como solución al edadismo laboral
Ante este desafío, 3NIA emerge como un catalizador de cambio positivo, adoptando estrategias que combinan innovación tecnológica y enfoques humanistas en la gestión del talento. Nuestra herramienta está diseñada para realizar evaluaciones objetivas de los candidatos, eliminando sesgos relacionados con la edad y enfocándose en las habilidades y experiencias que realmente importan.
En 3NIA, no solo confiamos en la tecnología sino también en la empatía y el entendimiento humano. Nuestro equipo de recursos humanos trabaja incansablemente para crear un ambiente de trabajo inclusivo, donde se valora la diversidad y se reconoce la contribución única de cada empleado, sin importar su edad. Creemos firmemente que la combinación de tecnología avanzada y sensibilidad humana es la clave para superar los prejuicios y promover un lugar de trabajo más equitativo.
3NIA se dedica a impulsar una cultura laboral donde la inclusión y el respeto mutuo sean la norma. Nuestro objetivo es garantizar que los empleados de todas las edades tengan oportunidades iguales para contribuir y crecer profesionalmente. Fomentar esta cultura no solo es éticamente correcto, sino que también enriquece nuestra organización con una diversidad de perspectivas y experiencias, impulsando la innovación y mejorando el rendimiento general.
Es esencial que las empresas y los profesionales de recursos humanos tomen medidas decisivas contra el edadismo laboral. En 3NIA, estamos comprometidos con liderar este cambio, demostrando que la integración de tecnología y humanismo no solo es posible, sino necesaria para crear un futuro laboral más inclusivo y diverso.